TITULO ORIGINAL: DREAD
NACIONALIDAD: USA-REINO UNIDO AÑO: 2009
DIRECTOR: ANTHONY DI BLASI
GUION: ANTHONY DI BLASI
INTERPRETES: JACKSON RATHBONE, SHAUN EVANS, HANNE STEEN
NACIONALIDAD: USA-REINO UNIDO AÑO: 2009
DIRECTOR: ANTHONY DI BLASI
GUION: ANTHONY DI BLASI
INTERPRETES: JACKSON RATHBONE, SHAUN EVANS, HANNE STEEN

Otro relato corto de los famosos Libros de Sangre de Clive Barker llevado a la gran pantalla, y debut de Anthony Di Blasi detrás de las cámaras. El hombre que se postula como nuevo director para el remake de Hellraiser y otros proyectos de Clive Barker, se enfrenta a la prueba de fuego con Dread y no sale mal parado. Cierto es que nadie mejor que él conoce el universo de Clive Barker, puesto que ya trabajó como productor en otras adaptaciones de Libros de Sangre como The Midnight Meat Train y Book of Blood, pero el trabajo en este largometraje está bastante estudiado.
Dread cuenta la historia de tres estudiantes de filosofía que se embarcan en un proyecto audiovisual para la tesis de uno de ellos. Dicho proyecto intentará reflejar de dónde vienen los miedos de la gente, por qué tenemos miedo y cómo podemos enferentarnos a él, pero lo que empezó como un estudio, como un juego o como un entretenimiento, degenera en situaciones absolutamente límites cuando los entrevistadores son los entrevistados.
De la adaptaciones de Libros de sangre me atrevería a decir que es la que mejor refleja lo que Barker quiso plasmar en papel. A Di Blasi se le ha tachado de oportunista y de intentar estirar un relato que hubiera sido más efectivo como cortometraje (como le sucediera a Grace), pero el resultado final, desde mi punto de vista, es satisfactorio.
En el visionado de Dread podemos difrenciar dos partes (algo que viene siendo una práctica habitual en el terror moderno), una primera parte de presentación de personajes, quizá la parte en la que más falla Di Blasi, ya que su descripción de personajes para ponernos en situación es más bien floja y escasa (realmente casi no sabes quienes son, cómo son o qué relación hay entre ellos) y una segunda parte donde la insana fascinación por parte de Quaid con el miedo arrastra a todos los personajes a la búsqueda del lado más oscuro y perverso del ser humano.
Como mencionaba, es la segunda parte la que que determina el éxito del film. En esta segunda parte la tensión es tremendamente palpable, las reacciones ante el miedo de los demás y el propio tienen su propio proceso: duda, miedo, pánico, pavor y, justo antes de que se haya liberado toda la adrenalina, desesperación, que concluye con la rendición en unos experimentos terriblemente crueles (véase el experimento “vegetariano” de Cheryl o la intensa parte de la bañera con Abbey).
¿Vamos a encontrar gore en Dread? Pues el justo y necesario. Tenemos que tener en cuenta que estamos ante una película de terror psicológico, un terror al propio terror, por lo que las escenas sangrientas no abundan, pero tampoco decepcionan. Desde luego el trabajo de DI Blasi en este aspecto es acertado, ya que si pensamos en Clive Barker automáticamente nos vienen a la cabeza, cenobitas, monstruos, torturas, dolor y mucha sangre; y lo más fácil y efectista hubiera sido abusar un poco más de la hemoglobina para que todo el mundo saliera contento. Sin embargo, si nos enfrentamos a un dolor emocional, toda la carga de la película la tienen los actores y sus interpretaciones, y ahí es donde vienen de nuevo las pegas: el fichaje de Jackson Rathbone (más conocido por su papel del sosísimo Jasper Cullen en la saga Crepúsculo) para interpretar a Stephen. Bien, su actuación es una de las más inexpresivas que he visto en mucho tiempo (entiendo que puede ser un reclamo comercial para la película, pero es que este tío lo único que hace es abrir exegeradamente sus inmensos ojos sin pestañear y permanecer inmóvil, es como un árbol con dos grandes ojos…) y teniendo en cuenta que su actuación debería ser básica para el buen desarrollo del film, el resultado, amiguitos, es que si no te interesa mucho el tema, la primera parte de la película se hace lenta y algo pesada.
En algún momento del post he hablado de experimentos por lo que se nos puede venir a la mente Saw y sus pruebas; de hecho en algún momento yo sí pensé en la saga, pero a un nivel totalmente diferente: el hecho de enfrentarnos a nuestros miedos de manera forzada me parece un argumento suficientemente interesante y sólido como para obviar pequeñas cositas que en la película no andan muy finas.
Personalmente este tema me apasiona por lo que a mí no me molestó la primera parte de la película en absoluto. Además la atmósfera es sucia (que siempre se agradece) y percibes con claridad que la historia va degradándose más y más a medida que avanza el visionado, por lo que recomiendo Dread para pasar un buen rato acompañados y luego tratar el tema en una interesante discusión (¡que sin duda tendreis!).

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